An�lisis realizado por Rub�n G�mez, traductor de software b�blico y analista t�cnico. Copyright � 2007-2009 por el autor. Reservados todos los derechos. Se ruega no reproduzcan ninguna porci�n de este documento sin obtener el correspondiente permiso por escrito del autor del mismo.
Introducci�n
La compa��a norteamericana Logos Bible Software se ha convertido en un importante referente dentro del mundo del software b�blico. Su oferta de distintas bibliotecas digitales no ha hecho m�s que crecer cuantitativa y cualitativamente en los �ltimos a�os, y ahora le ha llegado el turno a los usuarios de habla hispana, que por fin pueden disfrutar de algunas de las funciones y contenidos que hasta no hace mucho tiempo solamente pod�an utilizar quienes trabajaban habitualmente con textos y obras de consulta en ingl�s.
Con el espectacular crecimiento de Internet y la gran abundancia de materiales digitalizados, el concepto de biblioteca digital [1] ha ido ganando terreno en muchos campos, y entre ellos no pod�a faltar el �rea de los estudios biblico-teol�gicos. Tanto es as�, que la met�fora de la biblioteca ha sido adoptada en la actualidad por la mayor�a de compa��as de software b�blico.
Este �xito tiene una explicaci�n muy sencilla: las bibliotecas digitales ofrecen grandes ventajas frente a las bibliotecas, hemerotecas, fonotecas o videotecas convencionales, ya que no s�lo incluyen datos (el contenido en s�), sino metadatos (es decir, datos acerca de los datos o, si se prefiere, informaci�n sobre la informaci�n). Estos metadatos se crean con la ayuda de un lenguaje de marcado o de marcas � normalmente alg�n derivado del est�ndar XML � con el que se codifican mediante el uso de diversas etiquetas (tags) aspectos relacionados con la estructura, contenido y presentaci�n del material. Estas etiquetas son "invisibles" para el usuario final, pero resultan b�sicas para que un programa inform�tico pueda realizar todo tipo de consultas y pasar r�pida y eficazmente de unas referencias a otras.
En una biblioteca f�sica, por ejemplo, podemos organizar los libros de distintas maneras. Generalmente las obras se agrupan por temas, y dentro de cada tema, por especialidad, por autor, por fecha de publicaci�n, o por alg�n otro m�todo parecido. Normalmente existe un cat�logo (que no es sino una forma de metadatos) que permite clasificar y localizar cada recurso. De este modo podemos intentar encontrar libros que traten el tema de la encarnaci�n de Jesucristo. Para ello tendr�amos que acudir a la secci�n de Teolog�a, localizar el �rea de Sistem�tica y ver todo lo que hay sobre Cristolog�a. Tambi�n podr�amos consultar autores que hayan escrito sobre cuestiones cristol�gicas (Oscar Cullmann, I. Howard Marshall o Leon Morris, por citar algunos). Un tercer enfoque podr�a consistir en leer comentarios b�blicos sobre libros que contienen pasajes relevantes desde un punto de vista cristol�gico (Juan, Filipenses, etc.). En cualquier caso la investigaci�n nos llevar�a mucho tiempo, y para colmo nunca podr�amos estar seguros de no habernos dejado olvidado alg�n libro o art�culo relevantes.
Una biblioteca electr�nica, en cambio, no s�lo permite realizar consultas imposibles de llevar a cabo con libros impresos, o que nos llevar�an una eternidad (del tipo "�qu� recursos hacen referencia a Filipenses 2:6-11?"), sino que lo hace de manera pr�cticamente instant�nea y facilitando el paso de unas referencias a otras, a fin de seguir diferentes l�neas de investigaci�n y volver atr�s c�modamente. Eso por no hablar del espacio f�sico y del tiempo en desplazamientos que nos ahorramos.
Pero, "�c�mo es posible?", se preguntar� alguno. La clave no reside tanto en la mera acumulaci�n de materiales, cuanto en el valor a�adido que incluyen las ediciones electr�nicas de los mismos (por los metadatos anteriormente citados y la gesti�n que se hace de ellos). En este sentido, hay dos conceptos que cobran una especial relevancia, y que �ltimamente se han popularizado mucho gracias al uso masivo de Internet: el motor de b�squeda y el hiperv�nculo (tambi�n conocido como hiperenlace, enlace o, simplemente, v�nculo). [2] El primero aprovecha al m�ximo las etiquetas empleadas en el proceso de codificaci�n para recuperar todo tipo de informaci�n, por compleja que �sta sea (siempre que est� disponible, claro est�), mientras que el segundo ofrece unas posibilidades y una flexibilidad sin precedentes para explicar, concretar o ampliar una palabra, frase o p�rrafo.
Bueno, hasta aqu� la parte te�rica. Veamos ahora algunas caracter�sticas de la Biblioteca Digital Libronix, sobre la que se basan todas las bibliotecas de Logos, as� como otros productos que han optado por utilizar esta tecnolog�a (Compubiblia, Biblioteca Electr�nica Caribe y Biblioteca Electr�nica de LBLA). En esta ocasi�n, nos ocuparemos de la Biblioteca Acad�mica Biling�e, [3] que, dentro de las bibliotecas en espa�ol actualmente disponibles, es la m�s alta de la gama. Su precio es de $349.95, aunque existe la posibilidad de pagarla a plazos.
Requisitos del sistema
Oficialmente se necesita un Pentium III a 500 MHz con no menos de 128 MB de RAM, unidad lectora de CD-ROM, un monitor con una resoluci�n de 800 x 600 y un m�nimo de 500 MB de espacio en el disco duro. Funciona con Windows 98 o superior, y debe tener instalado Internet Explorer 6.0 o 7.0. Ahora bien, si queremos sacarle el mayor partido posible a este programa, ser� necesario optar por la configuraci�n recomendada (Pentium III a 1 GHz, 384 MB de RAM y una resoluci�n de 1024 x 768) o, mejor a�n, superarla en la medida de lo posible.
Mi experiencia personal es que con un Pentium IV y 1 GB de RAM, la biblioteca funciona bastante bien. Adem�s, no hay que olvidar que para la instalaci�n de los libros en el disco duro (cosa altamente recomendable) hacen falta otros 1,3 GB de espacio, aproximadamente.
Instalaci�n
La Biblioteca Acad�mica Biling�e se presenta en un pr�ctico estuche que incluye cuatro CD-ROM y una breve gu�a de instalaci�n. El primer disco es el de instalaci�n, mientras que los discos A y B contienen los recursos. El cuarto CD es un disco con varios v�deos de capacitaci�n que ense�an las principales caracter�sticas del programa. Est� muy bien elaborado y es un buen complemento a los art�culos de capacitaci�n disponibles en la web.
Como es habitual en todos los productos de Logos, una vez instalado el programa es imprescindible no s�lo escribir el n�mero de serie, sino tambi�n crear una cuenta de usuario (que puede ser an�nima, si as� se prefiere) y activarlo dentro de los 45 d�as siguientes a la fecha de la instalaci�n. Asimismo, como ya he se�alado antes, es recomendable pasar todos los recursos incluidos en los CD-ROM al disco duro con la ayuda del Administrador de ubicaciones (Herramientas | Administraci�n de biblioteca).
Por �ltimo, aunque la versi�n que se instala es la �ltima disponible (concretamente la 3.0c), si actualizamos el programa a trav�s de Internet (Herramientas | Actualizaci�n Libronix) nos aseguraremos de contar con la versi�n m�s actual de los recursos (en mi caso concreto se actualizaron dos libros).
Caracter�sticas generales
Para comprender las inmensas posibilidades que ofrece la Biblioteca Acad�mica Biling�e conviene se�alar, siquiera brevemente, varios aspectos relativos al Sistema Libronix en general.
En primer lugar, y gracias a un potente lenguaje de marcas, los recursos est�n subdivididos en una serie de campos y tipos de datos, [4] que luego resultan extremadamente �tiles para refinar las b�squedas. Para saber qu� campos y tipos de datos contiene cada recurso se puede acceder al di�logo Acerca del recurso (Ayuda | Acerca de este recurso).
Por otro lado, la interfaz de usuario de la biblioteca es adaptativa. Es decir, se adapta autom�ticamente al usuario bas�ndose en una serie de suposiciones acerca del mismo. Un ejemplo claro son los distintos di�logos de b�squeda que se presentan, en funci�n del tipo de texto que se encuentre abierto en la ventana activa, o las opciones que van apareciendo en los distintos men�s contextuales, seg�n el texto que se haya resaltado en ese instante. De este modo, es el programa el que se adapta al usuario, y no al rev�s.
Los v�nculos clave, por su parte, son los que permiten que se establezca una interrelaci�n e integraci�n entre todos los recursos que componen la biblioteca digital. Es as� como el usuario puede seguir aquella l�nea de estudio e investigaci�n que prefiera en cada caso. Estos v�nculos clave, que se pueden configurar de manera individual (Herramientas | Opciones | V�nculo clave...), a�aden a�n m�s valor a los hiperv�nculos (enlaces que resultan evidentes por su color y formato, al estilo de los habituales hiperenlaces que se encuentran en la Web). Tan importante resulta este concepto, que en la BD Libronix cada palabra es, potencialmente, un hiperv�nculo, y no s�lo los enlaces din�micos (hotspots). [5] Esto significa que la mayor�a de veces podemos "saltar" o pasar a otra secci�n o a otro recurso en busca de informaci�n adicional con tan s�lo hacer doble clic, o bien mediante los abundantes men�s contextuales.
Finalmente, los informes automatizados recopilan toda la informaci�n disponible en los recursos de la biblioteca digital a partir de una m�nima interacci�n por parte del usuario, que se limita a establecer unos par�metros o seleccionar algunas opciones marcando o desmarcando una serie de casillas de verificaci�n. El informe automatizado por excelencia es la propia P�gina de inicio. [6] Hay que tener en cuenta, asimismo, que muchos de estos informes se pueden dejar abiertos y vincularlos con recursos organizados por vers�culos (como Biblias y comentarios) o por temas (diccionarios y l�xicos) utilizando el icono "V�nculos" (el que tiene forma de eslabones de una cadena). Estos v�nculos se establecen escogiendo la misma letra, de la A a la F, y creando un grupo. As�, cuando estemos leyendo un texto b�blico o la entrada de un diccionario, los informes se ir�n creando autom�ticamente a partir del vers�culo o el t�tulo de la entrada donde nos encontremos, ya que se desplazar�n simult�neamente con el resto de recursos que forman parte del mismo conjunto.
Las opciones de personalizaci�n del programa son muy numerosas (encontr�ndose la mayor�a de ellas en Herramientas | Opciones | General...), y hacen posible modificar el comportamiento y el aspecto de la BD Libronix en muchos casos. Incluso se puede configurar el tama�o y tipo de letra de los idiomas antiguos no latinos (griego, hebreo, sir�aco, etc.) a trav�s de la pesta�a Idiomas antiguos, en el cuadro de di�logo Opciones de herramientas b�blicas (Herramientas | Opciones | Herramientas b�blicas...) y optar por transliterar los alfabetos que no conozcamos, a fin de facilitar la lectura del texto en los informes y ventanas de sugerencias.
Informes automatizados
Es imposible mencionar todos y cada uno de los informes que se incluyen en la Biblioteca Acad�mica Biling�e. Baste decir que cubren sobradamente las distintas necesidades que van surgiendo durante el estudio de las Escrituras, tanto en la vertiente devocional como acad�mica.
La Gu�a de pasajes (Herramientas | Estudio b�blico |Gu�a de pasajes) es especialmente �til para la preparaci�n de sermones, clases o estudios b�blicos. Escribimos un texto (p. ej., Efesios 2:8-10) en el cuadro correspondiente, hacemos clic en el bot�n "Ir" (o pulsamos las teclas Retorno o Intro) y el informe encuentra todos los comentarios de la biblioteca que hacen referencia a ese pasaje, as� como las referencias cruzadas y pasajes paralelos. Adem�s, extrae la informaci�n acerca de los personajes b�blicos y los lugares que se citan en el mismo, si procede, y destaca las palabras m�s relevantes (en espa�ol o en los idiomas originales) y los principales temas. Tambi�n presenta enlaces a distintos recursos, seg�n las colecciones que hayamos creado. En mi caso concreto, se trata de diccionarios b�blicos, l�xicos y obras teol�gicas donde poder consultar m�s ampliamente las ideas y el vocabulario esencial que aparecen en el texto. Como ayudas homil�ticas incorpora ilustraciones pertinentes, sermones que otros han predicado sobre el pasaje en cuesti�n y una comparaci�n gr�fica entre distintas versiones de la Biblia.
El informe An�lisis de texto (Herramientas | Estudio b�blico | An�lisis de texto) se centra en la ex�gesis, y por eso da prioridad a la informaci�n gramatical y al desglose, palabra por palabra, de cada uno de los t�rminos que aparecen en el texto. Tambi�n incluye enlaces a los l�xicos correspondientes y la opci�n de escuchar la pronunciaci�n de cada vocablo. En la figura 1 vemos el an�lisis del archiconocido vers�culo Juan 3:16 (limitado en este caso concreto a los sustantivos y los verbos).

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Fig. 1 Ventana del informe An�lisis de texto.
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El gr�fico de densidad de lemas que aparece junto a cada palabra analizada es en realidad una "sparkline" [7] que funciona como un hiperv�nculo que nos permite observar los resultados estad�sticos de forma gr�fica (figura 2). Aunque hay una gran variedad de tipos y estilos de gr�ficos entre los que se puede escoger, tambi�n existe la opci�n de exportar los resultados a una hoja de c�lculo de Microsoft Excel.

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Fig. 2 Gr�fico que muestra la distribuci�n del vocablo griego αγαπαω en el Interlineal inverso RV 1960 (NT).
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Estudio de palabra b�blica (Herramientas | Estudio b�blico | Estudio de palabra b�blica) define el t�rmino que introducimos en el cuadro de texto (sea espa�ol, ingl�s, hebreo, arameo o griego), lo vincula con los idiomas originales (gracias a los interlineales inversos del Antiguo y Nuevo Testamento) y presenta una concordancia exhaustiva del mismo (figura 3).

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Fig. 3 Detalle del informe Estudio de palabra b�blica.
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Res�men de V�nculos clave (Herramientas | Herramientas de investigaci�n | Resumen de V�nculos clave) enumera todos los destinos de v�nculo clave v�lidos para el tipo de datos que hayamos escogido (figura 4).

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Fig. 4 Informe Resumen de V�nculos clave basado en el n�mero de Strong G2962.
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Para que aparezcan en primer lugar los recursos en espa�ol hay que cambiar las preferencias en el di�logo Opciones de v�nculo clave (Herramientas | Opciones | V�nculo clave...), tal como se muestra en la siguiente ilustraci�n (figura 5).

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Fig. 5 Configuraci�n del funcionamiento del V�nculo clave para el tipo de datos "N�mero griego de Strong".
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B�squeda autom�tica (Herramientas | Herramientas de investigaci�n | B�squeda autom�tica), pese a su nombre, no es una b�squeda en s�, sino una ventana que muestra el destino de las referencias de tipos de datos que aparecen en un recurso. Este informe es muy �til en aquellos casos en los que estamos trabajando con una obra que contiene muchas referencias b�blicas (como LBLA �ndice de T�picos) o notas a pie de p�gina. Si deseamos una informaci�n m�s amplia existe otra opci�n, consistente en dejar abierta una ventana de informaci�n (seleccionando la opci�n Mostrar informaci�n en el men� contextual), que se ir� actualizando a medida que el cursor vaya pasando por los hiperv�nculos del recurso.

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Fig. 6 Vista del informe B�squeda autom�tica.
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Comparar versiones b�blicas paralelas (Herramientas | Comparaci�n de Biblias | Comparar versiones b�blicas paralelas), es uno de los diversos informes que pueden utilizarse para establecer comparaciones entre varias traducciones. Aqu� de lo que se trata es de escoger una versi�n que sirva de base para la comparaci�n. A partir de ah� seleccionamos otras Biblias (pertenecientes al mismo idioma) y las diferencias aparecen coloreadas en rosa y azul. El color rosa corresponde a la versi�n base, mientras que el azul pertenece a la versi�n que se est� comparando con la versi�n base.
La comparaci�n puede ser m�s o menos estricta, seg�n decidamos incluir o no las diferencias entre may�sculas y min�sculas, acentos y signos de puntuaci�n. Por otro lado, una de las formas m�s �tiles de utilizar este informe es en combinaci�n con otro recurso (vinculando ambos). En la figura 7 puede verse la NET Bible y debajo de ella una ventana de b�squeda autom�tica con todas las notas que aparecen en Efesios 1 en esta versi�n de estudio. Al mismo tiempo, en la parte izquierda de la ventana est� el informe Comparar versiones b�blicas paralelas con cuatro Biblias castellanas. Al haber vinculado el informe con la Biblia inglesa, a medida que vayamos leyendo las per�copas, el informe generar� autom�ticamente las diferencias correspondientes al pasaje en cuesti�n.

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Fig. 7 Informe Comparar versiones b�blicas paralelas vinculado a una Biblia.
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Funciones de b�squeda
La Biblioteca Digital Libronix ofrece una amplia gama de posibilidades de b�squeda, que van desde las m�s sencillas hasta las m�s complejas. Para ello dispone de varios di�logos de b�squeda, dependiendo del tipo de consulta que vayamos a realizar. La mayor�a de b�squedas se pueden llevar a cabo desde los cuadros de di�logo B�squeda b�sica (en el caso de los libros que no sean Biblias, aunque tambi�n se pueden buscar �stas) y B�squeda b�blica (s�lo para las Biblias), a los que se accede a trav�s del men� Buscar de la barra de men�s (o del icono del mismo nombre que aparece en la barra de herramientas). Sin embargo, la gran ventaja que encontramos en este programa es que muchas de las b�squedas se pueden iniciar a partir de las distintas opciones que aparecen en los men�s contextuales (cuando se hace clic con el bot�n derecho del mouse sobre una palabra o frase).
Para buscar una o m�s palabras, sin importar el orden, s�lo hay que escribirlas una detr�s de otra (por ejemplo pedro juan). Si deseamos encontrar una frase, �sta debe escribirse entre comillas ("hijo del hombre"). Ahora bien, todo lo que sea ir m�s all� de este tipo de b�squedas requiere un cierto grado de familiaridad con los operadores y modificadores que se pueden utilizar con el programa. [8] Para ello es absolutamente fundamental repasar las secci�n sobre B�squedas que se encuentra en la Ayuda de la Biblioteca Digital Libronix (F1).
Lematizaci�n
La lematizaci�n (stemming) consiste en extraer las ra�ces a la hora de recuperar los datos (de realizar una b�squeda). De esta forma, todas las variantes morfol�gicas posibles de una palabra se reducen a una ra�ces comunes o lexemas. As� se eliminan las formas plurales o temporales (en el caso de los verbos), adem�s de otros atributos iniciales o finales (es decir, los prefijos y sufijos). La lematizaci�n se realiza de manera autom�tica, aplicando el algoritmo de Porter, que analiza morfol�gicamente cada palabra y a continuaci�n extrae su ra�z bas�ndose en el sistema de reglas propia del lenguaje. [9]
Puesto que todas las b�squedas que realizamos utilizan por omisi�n la lematizaci�n (por ejemplo, la b�squeda esperanza nos devolver� t�rminos como esperanza, esperaremos, espera, esperando, esperaban, espero, esperamos, etc.), si queremos precisar m�s deberemos delimitar la b�squeda mediante modificadores como nostem(), case(), marks() o exact(), donde el t�rmino de b�squeda se introduce entre los par�ntesis. Como su propio nombre indica, estos modificadores alteran el comportamiento habitual del motor de b�squeda.
Campos
Para buscar �nicamente el texto b�blico (sin encabezamientos ni notas), hay que utilizar el campo bible (o biblia). Por ejemplo, la b�squeda brecha en La Biblia de las Am�ricas (LBLA) devuelve 39 aciertos, mientras que bible:brecha los reduce a 28. Tambi�n es posible buscar s�lo los encabezamientos o s�lo las notas. footnote:jacob OR titulo:jacob encontrar� todas las veces que "jacob" aparece en los encabezamientos o en las notas a pie de p�gina, pero no en el texto b�blico en s�. [10]
En la tabla que se muestra a continuaci�n pueden verse algunos de las b�squedas que es posible llevar a cabo a partir de los tipos de datos y campos que suelen estar disponibles con mayor frecuencia. Naturalmente no todos los recursos incluyen todos los tipos de datos y campos que aqu� se enumeran.
Sintaxis |
Resultado de la b�squeda |
stronggriego=444 |
N�mero de Strong "444" en el Nuevo Testamento
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stronghebreo=1285 |
N�mero de Strong "1285" en el Antiguo Testamento |
p�gina=693 |
P�gina "693"
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biblia=mat 15:30 |
Exactamente la cita "Mateo 15:30"
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ggk=2962 |
N�mero "2962" de Goodrick-Kohlenberger en el NT |
hgk=1578 |
N�mero "1578" de Goodrick-Kohlenberger en el AT |
tdnt in 5 |
Referencias al "vol�men 5" del recurso TDNT
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twot=500b |
N�mero "500b" en el l�xico TWOT
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logosmorf=J* |
Cualquier "adjetivo" de la morfolog�a de Logos |
Esta sintaxis (tipodedatos=t�rmino de b�squeda) solamente se utiliza en los di�logos de b�squeda. En el cuadro de navegaci�n r�pida, por ejemplo, no hay que utilizar el operador "=". As� que se puede escribir tranquilamente espa�ol codorniz o stronggriego 1962.
Sintaxis
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Resultado de la b�squeda
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lema:κυριος
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Cualquier forma del lema griego "κυριος" |
form:αγαπητοις |
La forma exacta "αγαπητοις" |
footnote:salmo 22 |
Referencias al Salmo 22 en las "notas" |
rojo:salvaci�n |
El t�rmino "salvaci�n" en las palabras de Cristo |
woc:repent |
El vocablo "repent" en las palabras atribuidas a Jes�s |
B�squeda b�blica r�pida
Este es, probablemente, el di�logo de b�squeda m�s pr�ctico de todos. Consta de una lista desplegable donde se selecciona la versi�n de la Biblia y de un cuadro de texto en el que se escriben una o varias palabras o una frase completa (entre comillas). La ventaja es que los resultados aparecen mientras escribimos la consulta, y que podemos utilizar diversos tipos de operadores, modificadores, campos y tipos de datos.

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Fig. 8 B�squeda b�blica r�pida combinada (n�mero de Strong y caso vocativo).
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Cuadro de navegaci�n r�pida
Se trata de una peque�a joya que suele infrautilizarse, y que nos puede ahorrar muchos "clics". Es un cuadro de texto que aparece en la barra de herramientas cuando tenemos instalado el complemento de herramientas avanzadas. Podemos acceder a �l en cualquier momento mediante la combinaci�n de teclas "Ctrl + May�s + G", y sirve para abrir recursos (incluidos los tipos de datos) y pasajes b�blicos.
Las abreviaturas habituales de las diferentes versiones de la Biblia funcionan perfectamente. Por ejemplo:
lbla � La Biblia de las Am�ricas (o simplemente lb)
nblh � Nueva Biblia de los Hispanos (o tambi�n hispanos)
nvi � Nueva Versi�n Internacional (o nv)
rva � Reina-Valera Actualizada (o simplemente rv)
rvr � Reina-Valera Revisada 1960 (o biblia)
rvr95 � Reina-Valera Revisada 1995 (basta con rvr9)
Tambi�n se pueden usar las siguientes abreviaturas:
rv60 � Interlineal inverso del NT espa�ol-griego (RV 1960). Tambi�n valen inter o interlineal.
rvr60otri � Interlineal inverso del AT espa�ol-hebreo (RV 1960)
esvntrevint � English-Greek Reverse Interlinear NT (o interlinear)
esvotrevint � English-Hebrew Reverse Interlinear OT
com � Comentario de la Biblia Matthew Henry
dic � Merriam-Webster's Spanish-English Dictionary
nuevo � Nuevo Diccionario de la Biblia
sin � Sintaxis exeg�tica del NT griego
pal � Palabras griegas del NT
mapas � LBLA Mapas
dib � Diccionario de Idiomas b�blicos: Griego (NT)
griego �L�xico Griego-Espa�ol del NT (o simplemente gri)
logosna27 � Nestle-Aland Greek New Testament, 27th ed.
logosna27int � Nestle-Aland GNT 27th ed. with McReynolds English Interlinear
logos � Logos Deluxe Map Set (o map)
net � New English Bible
strong � Enhanced Strong's Lexicon
En la pesta�a Navegaci�n r�pida del cuadro de di�logo Opciones de las herramientas avanzadas (Herramientas | Opciones | Herramientas avanzadas...) podemos establecer una serie de tipos de datos para que el programa los reconozca sin necesidad de tener que utilizar el nombre de esos tipos de datos. Por ejemplo, como puede apreciarse en la figura 9, al tipo de datos "Biblia", que es el que viene ya incluido, le hemos a�adido otros dos: "stronggriego" y "griego".

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Fig. 9 Tipos de datos especificados para que funcionen autom�ticamente en el cuadro de navegaci�n r�pida.
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De este modo, al escribir cualquier referencia b�blica, n�mero de Strong del NT o t�rmino griego (figura 10), se abrir� nuestra Biblia preferida, l�xico griego o diccionario, dependiendo de c�mo hayamos configurado los v�nculos clave para cada uno de esos tipos de datos.

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Fig. 10 B�squedas que se pueden realizar con los tipos de datos seleccionados.
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B�squeda b�blica morfol�gica
Este cuadro de b�squeda est� disponible para cualquier versi�n que contenga el an�lisis morfol�gico del texto original (incluidos, por tanto, los interlineales inversos), y permite seleccionar el t�rmino de b�squeda seg�n los elementos morfol�gicos que queramos establecer.

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Fig. 11 B�squeda morfol�gica de todas las formas del presente de indicativo activo del verbo αγαπαω.
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Explorador tem�tico
Esta herramienta (Ir | Explorador tem�tico..., o Ctrl + T) sirve para buscar temas en aquellos recursos que incluyen esa informaci�n (que en realidad no es otra cosa que otro tipo de datos m�s). Para saber si una obra est� indexada por temas podemos pulsar el icono "�ndice activo" (el que tiene forma de folio escrito). Si dispone de temas aparecer� listado ah�, y podremos realizar b�squedas desde el propio cuadro de referencias, ubicado en la barra de herramientas de la ventana del recurso. Al escribir un tema y pulsar el bot�n "Ir", la ventana mostrar� el primer acierto encontrado. Si existen m�s aciertos podemos hacer clic en el bot�n "Ubicaciones de referencia" (la flecha negra apuntando hacia abajo) y seleccionar el lugar al que deseemos saltar, tal como puede observarse en la figura 12. [11]

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Fig. 12 Desplazamiento por los resultados de una b�squeda tem�tica.
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Dado que el Explorador tem�tico es multiling�e, podemos utilizarlo para buscar, entre otras cosas, t�rminos griegos en los diversos l�xicos disponibles (figura 13). Asimismo, conviene recordar que se pueden realizar b�squedas tem�ticas empleando el modificador topic() en el di�logo B�squeda b�sica.

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Fig. 13 B�squeda realizada con ayuda del Explorador tem�tico.
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Explorador de referencias
Este explorador (Ir | Explorador de referencias..., o Ctrl + R) est� dise�ado espec�ficamente para buscar algunos tipos de datos (Biblia, n�meros de Strong o G/K, morfolog�a, por ejemplo) en cualquier recurso o colecci�n de nuestra biblioteca. Al igual que en el caso del Explorador tem�tico, tambi�n se pueden buscar esos tipos de datos utiliz�ndolos como parte de la consulta en un cuadro de di�logo de b�squeda, pero de este modo nos evitamos tener que recurrir a abreviaturas y operadores, ya que todas las opciones se pueden escoger en las distintas listas desplegables.
Editor de consultas gr�ficas
Existe la posibilidad de crear consultas que nos permitan visualizar mejor el tipo de b�squeda que deseamos llevar a cabo. Para algunos usuarios esta puede ser una buena alternativa a las habituales b�squedas de texto, y aunque el mayor beneficio lo obtendr�n quienes acostumbren a realizar consultas avanzadas y complejas, tambi�n sirve perfectamente para b�squedas m�s sencillas (figura 14). El editor se abre desde el di�logo Documento nuevo (Archivo | Nuevo...) y resulta muy flexible y potente, aunque no todo lo intuitivo que uno quisiera.

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Fig. 14 Consulta que encontrar� las palabras �ngel, gloria o reino siempre que precedan al t�rmino Dios a una distancia m�xima de 4 palabras.
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Una de las innovaciones m�s destacadas y �tiles del programa es la inclusi�n, por primera vez, de un interlineal inverso espa�ol-griego para el NT y otro espa�ol-hebreo para el AT. Estos recursos, a diferencia de los interlineales a la antigua usanza, se basan en el texto b�blico espa�ol (versi�n Reina-Valera de 1960) y debajo del mismo presentan el texto hebreo, arameo y griego. De esta forma, el texto puede leerse perfectamente seg�n la sintaxis castellana, y son los idiomas originales los que se adaptan al orden espa�ol (y no viceversa, como ocurre en un interlineal cl�sico). Adem�s, se puede configurar de manera que aparezca tambi�n la morfolog�a de cada vocablo griego, su transliteraci�n y el n�mero de Strong que se le ha asignado). [12]
A modo de ilustraci�n podemos comparar la figura 15 con el texto castellano de Juan 4:53-54, tal como aparece en el ya cl�sico Nuevo Testamento Interlineal Griego-Espa�ol de Francisco Lacueva (CLIE: 1984), que dice textualmente: "Supo, pues, el padre que aquella � hora en que dijo le � Jes�s: El hijo tuyo vive; y crey� �l y la casa suya toda. Este de nuevo segundo milagro hizo � Jes�s viniendo de la Judea a la Galilea." Como puede observarse, la diferencia es muy notable.

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Fig. 15 Interlineal inverso del NT - espa�ol-griego (RV 1960).
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T�ngase en cuenta que en el caso del NT, el texto griego que se ha utilizado es el Textus Receptus de Scrivener (editado en 1881) y no el texto cr�tico ecl�ctico que se emplea generalmente en las traducciones b�blicas modernas. Esto tiene ciertas ventajas a la hora de establecer la correlaci�n entre ambos idiomas, pero tambi�n algunos inconvenientes. La decisi�n de utilizar esa versi�n griega se tom� en atenci�n a la tradici�n textual sobre la que se bas� la obra original de Casiodoro de Reina.
Qu� se puede hacer con los interlineales inversos
Estas herramientas abren nuevos horizontes para cualquier usuario, pero la gran ventaja que tienen es que acortan la distancia entre las lenguas b�blicas y las traducciones, de manera que incluso aquellos que no tienen conocimientos de hebreo o griego pueden sacarle un gran partido. Veamos algunas de las cosas que permiten llevar a cabo:
1. Descubrir todas las formas en que se ha traducido una determinada palabra griega o hebrea (haciendo una b�squeda r�pida a partir del t�rmino original), o bien buscar una palabra en espa�ol y ver a qu� vocablo griego o hebreo corresponde (haciendo una b�squeda r�pida a partir del t�rmino espa�ol) � En ambos casos hay que realizar la b�squeda r�pida (con la ayuda del men� contextual "Texto seleccionado:palabra") y posteriormente seleccionar los enlaces An�lisis de b�squeda por lema y Concordancia, respectivamente, bajo el ep�grafe Otras herramientas, en la ventana de resultados de b�squeda. Los resultados son claros y completos, y pueden ordenarse por orden alfab�tico o can�nico.
2. Ejecutar los v�nculos clave a partir del texto espa�ol, pero basando la b�squeda tem�tica en los idiomas originales � Para ello s�lo hace falta tener abierto el interlineal inverso (aunque se vea �nicamente la versi�n Reina-Valera). As�, al hacer doble clic en la palabra "siervos" en G�nesis 32:5, por ejemplo, se abrir� una ventana con el Enhanced Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon por la entrada עבד, mientras que si hacemos doble clic en el verbo "juzgu�is" en Juan 7:24, se abrir� una ventana con el Diccionario de idiomas b�blicos: Griego (Nuevo Testamento) por la entrada κρίνω (siempre y cuando no hayamos modificado el orden predeterminado de los v�nculos clave para los tipos de datos "hebreo" y "griego", respectivamente, en Herramientas | Opciones | V�nculo clave...).
3. Ejecutar el informe Estudio de palabra b�blica a partir de los idiomas originales � Aunque seleccionemos la palabra en espa�ol (haciendo clic con el bot�n derecho del mouse), podremos acceder a la opci�n "Estudio de palabra b�blica: t�rmino" en el idioma original. No hay que preocuparse de nada m�s. �As� de f�cil!
4. Resaltar el texto b�blico en espa�ol bas�ndose en la morfolog�a hebrea o griega � Para conseguirlo, vamos a Ver | Filtros visuales... | Filtro morfol�gico y agregamos el filtro al cuadro Activo. Lo configuramos haciendo clic en el bot�n "Detalles...". Una vez abierto el cuadro de di�logo Detalles del fitro visual seleccionamos la parte de la oraci�n (por ejemplo, Verbo) y los detalles asociados a la misma (pongamos por caso, Imperativo). Agregamos los detalles a la lista de referencias y a continuaci�n escogemos el tipo de paleta y el estilo que deseamos utilizar para resaltar el texto (por ejemplo, Marcaci�n de �nfasis y Recuadro de color). Hacemos clic en los botones "Aceptar" y "Cerrar", sucesivamente, y el filtro ya aparece en el texto del interlineal. Para ver solamente el texto de la RVR60 vamos a Ver | Interlineal y en el di�logo Configuraci�n interlineal desmarcamos todas las casillas de verificaci�n excepto la primera. As� podremos leer la Biblia en espa�ol y ver qu� terminos sirven para traducir imperativos griegos.
5. Hacer b�squedas basadas en los n�meros de Strong sin necesidad de depender de ninguna versi�n inglesa (como la King James Version o la New American Standard Bible) � Obviamente este tipo de b�squedas han quedado obsoletas al vincularse directamente el texto castellano con el original griego y hebreo, pero a�n as�, para quienes no conocen estas lenguas, sigue siendo una alternativa interesante. [13]
Posibles mejoras
En cuanto a la interfaz de usuario, el acceso a la multitud de operadores y modificadores que pueden utilizarse en las b�squedas no resulta f�cil ni intuitivo.
En el informe Versiones b�blicas paralelas estar�a bien contar con la posibilidad de ver los n�meros de Strong en formato interlineal.
Por lo que respecta al contenido, la inclusi�n del Greek-English Lexicon of the NT Based on Semantic Domains, de Louw & Nida, hubiera sido muy interesante para completar la magn�fica colecci�n de l�xicos, y dado que la Concordancia Exhaustiva de Strong ya est� disponible en espa�ol, tambi�n se podr�a haber a�adido a la biblioteca. Si no se ha hecho me imagino que ser� por una cuesti�n de derechos de autor, ya que s� est� incluida en BECA - Edici�n Profesional.
Conclusi�n
La Biblioteca Acad�mica Biling�e es un excelente programa. Por cantidad y calidad de recursos, as� como por su gran versatilidad, es lo mejor que puede encontrarse hoy en d�a para la plataforma Windows. Claro est� que tanta potencia implica necesariamente una cierta complejidad y, a veces, lentitud, pero desde luego merece la pena. Adem�s, los aspectos m�s enrevesados del programa solamente deben preocupar a quienes vayan a hacer un uso m�s profesional del mismo. Para la mayor�a de usuarios posiblemente la curva de aprendizaje no sea excesivamente dura. [14] En cualquier caso, todo estudiante, seminarista, pastor, maestro, misionero o profesor deber�a hacerse con un ejemplar. Y es que cuando uno descubre lo que se puede llegar a hacer con el estudio b�blico asistido por ordenador, ya es imposible volver atr�s.
Pros
Los interlineales inversos disponibles por primera vez en espa�ol.
El contenido es de gran calidad (especialmente las Biblias y las obras de consulta).
Numeros�simas posibilidades de ampliaci�n con cualquier otro producto compatible con la BD Libronix, tanto en espa�ol como en otros idiomas.
Contras
Las b�squedas con operadores y modificadores no son muy intuitivas.
La ayuda resulta en ocasiones demasiado sucinta � especialmente si se tiene en cuenta que no hay manual impreso �, y para acceder a las explicaciones m�s detalladas generalmente hay que conectarse a Internet.